viernes, 14 de enero de 2011

El piano - Capítulo I "Un nuevo comienzo"

Siempre había pensado que la soledad es un estado de ánimo transitorio que con el tiempo, se diluía dejando huecos reutilizables para llenarlos de cualquier cosa menos de miedo e incertidumbre.
Desde la muerte de mis padres, esa soledad que debía desaparecer, aun se empeña en quedarse a mi lado y entablar conversaciones conmigo que, aunque son de una amabilidad absoluta, no dejan lugar a ningún desahogo, sino que por el contrario se hace más palpable la ausencia de los dos.

Siete de la mañana... La vida continúa. Abrí los ojos y el silencio estuvo a punto de hacerme llorar de nuevo. Ya había perdido la cuenta de cuantas veces había estado llorando en las últimas semanas, pero haciendo un esfuerzo, salté de la cama y me fui directa a darme una ducha. Debía darme prisa si quería llegar puntual al conservatorio, mis alumnos siempre han sido muy exigentes. Una sonrisa hizo que mi boca cambiara el gesto que se había instalado permanentemente en mi rostro. Si, estaba impaciente por comenzar de nuevo con las clases.
Me vestí rápidamente con unos vaqueros, una camiseta y un suéter. Ignorando mirar hacia la planta de arriba de la casa, entre en la cocina para coger una manzana. Últimamente no me apetecía comer demasiado. Cogí las llaves del coche, mis carpetas de partituras y me dirigí hacia la puerta para salir. En ese momento sonó mi móvil. Como pude lo localice entre el desorden de mi enorme bolso y descolgué sin mirar quien era:
- ¿Si?
- Hola buenos días...pregunto por la señorita Gabriela Swan – una voz masculina con acento extranjero y profunda hizo detenerme justo cuando iba a quitar el seguro de la puerta.
- Ehm...si...soy yo...¿con quién hablo? – contesté con el ceño fruncido.
- Soy Raul Sanders...no me conoce...Nos ha costado mucho dar con usted...– hubo un momento de silencio entre ambos. El hombre se aclaro la garganta y continuo – Verá señorita Swan, su padre, el doctor Swan, tenía que haber venido a recoger algo que había encargado y bueno, aun está aquí preparado. Estuvimos llamando a su móvil y al teléfono de su casa, pero fue imposible saber de el hasta que ya nos enteramos de lo sucedido... y por fin hemos conseguido localizarla a usted.
Me giré y observé el cable del teléfono que había arrancado de la pared el día que decidí que ya se había superado el cupo de recibir condolencias... Iba a necesitar llamar a la compañía para que me instalaran uno nuevo...

9 comentarios:

  1. Hey, entiendo que lo has escrito tú. Está perfecto. Andaré atento al capítulo 2 para saber qué encargó el doctor Swan. Saludos.

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  2. La verdad es que me dejas con ganas de saber más de esta historia.

    Buen fin de semana!!

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  3. gran arranque, sí señora, en ascuas quedamos!

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  4. Hola Monik encantado de haber encontrado tú blog y gracias por la visita y el comment
    Le he echado un ojo tú blog y me gusta mucho así que me pasaré cada día por tú casa para ver que vas poniendo y que vas cambiando
    La historia buenísima, espero la segunda parte y a ver que pasa, un saludo!!!

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  5. Me alegra que os guste el comienzo de esta historia...ya os iré añadiendo más!!! ^^

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  6. Monik, se te dan bien las letras. Creo que está muy bien escrito.
    Como comentan los demás, estaremos atentos al capítulo 2.
    Besos

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  7. Por aquí me tendrás, leyéndote la nueva serie...

    Saludos y un abrazo.

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